En este cuartito verdolaga voy a meter algunos textos y otras cuestiones afanados de la red así marche presa. Invalorables crónicas. Imprescindibles para acallar un cacho nuestro rezongo cotidiano. Porai, quién te dice, nos apiolamos de una vez.
Había visto lo del tren levantando esa formidable ola por la tele y me impactó tanto como lo del gomón en Santa Fe y Humbolt, muy cerca de la casa en que vivía una tía mía hace muchos años. En ese Palermo de Borges donde, una tarde gris, supe por cuchicheos de los adultos que el movimiento que se registraba en el bar de la esquina se debía a una muerte en un duelo a cuchillo. Ahí me aprendí que en Buenos Aires pasaban esas cosas. más tarde el ilustre habitante del barrio, Don Jorge Luis, me lo iba a reafirmar con su lujosa y despojada prosa en sus cuentos.
No parece que hubiera pasado tanto tiempo de la ida de Pappo. Pero, el tiempo vuela, la lluvia cae y el agua corre, mi estimada Viru.
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Había visto lo del tren levantando esa formidable ola por la tele y me impactó tanto como lo del gomón en Santa Fe y Humbolt, muy cerca de la casa en que vivía una tía mía hace muchos años. En ese Palermo de Borges donde, una tarde gris, supe por cuchicheos de los adultos que el movimiento que se registraba en el bar de la esquina se debía a una muerte en un duelo a cuchillo. Ahí me aprendí que en Buenos Aires pasaban esas cosas. más tarde el ilustre habitante del barrio, Don Jorge Luis, me lo iba a reafirmar con su lujosa y despojada prosa en sus cuentos.
No parece que hubiera pasado tanto tiempo de la ida de Pappo. Pero, el tiempo vuela, la lluvia cae y el agua corre, mi estimada Viru.
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